A casi tres meses del arranque del proceso electoral 2017-2018 en Puebla y a uno –exactamente – del federal, la claridad en las posibilidades de los aspirantes a la gubernatura ha superado la turbiedad de quienes sólo tienen capacidad de hacer ruido. Tenemos ahora a la vista a quienes realmente pueden, por encima de aquellos que simplemente quierenPANMorenaPRI y alguna opción de independiente, en campo despejado, se miran ahora como una lista definitiva de suspirantes serios, con base en sus posibilidades, conocimiento, trabajo y relaciones nacionales y estatales, por mínimas que sean y por lejanas que, en este momento, se contemplen.
El Partido Revolucionario Institucional y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) son los que tienen una baraja más amplia: cuatro posibilidades el primero, cinco el segundo.
En el Partido Acción Nacional las cosas se mueven indudablemente en función del éxito o fracaso del proyecto presidencial del ex gobernador Rafael Moreno Valle, pero los aspirantes suman una mujer y (al menos) tres hombres.
La constante en todos los casos es la supeditación del nombramiento de un candidato en Puebla, con base en las decisiones nacionales, en especial el desenlace al interior de los partidos respecto a la otra guerra, la guerra por Los Pinos, la madre –y el padre– de todas las guerras.
PAN y PRI deberán esperar a la designación de un candidato a la Presidencia, mientras  que Morena no se entiende sin el ánimo y los deseos de Andrés Manuel López Obrador, quien lo determina todo con su dedito elector.
Ellos son los gallos, 12 hombres y dos mujeres quienes  podrían aparecer en la boleta de 2018.
Miguel Barbosa Huerta
Ex priista y heredero de una casta de caciques revolucionarios. En sus comienzos fue regidor en Tehuacán. Cambió muy pronto al perredismo, en donde fue presidente estatal a finales de los 90 y desde aquella época ha impuesto a los dirigentes y manejado las prerrogativas a su antojo.
Marcado por la traición y la deslealtad, ha sido diputado federal y senador plurinominales; jamás ha ganado un cargo en las urnas. Como consecuencia de su trabajo en la corriente mayoritaria Nueva Izquierda (NI) llegó al Senado en 2012, en donde fue el coordinador perredista y presidente de la Cámara Altaentre 2014 y 2015.
Se peleó con NI y desde entonces construyó su salida hacia el partido de López Obrador, a quien criticó airadamente en el pasado.
Carece de conocimiento completo de la política local pero sus relaciones con alcaldes, incluso panistas y perredistas, a quienes gestionó recursos, y sus relaciones nacionales, le dan posibilidades para ser candidato a Casa Puebla. Tiene problemas físicos, especialmente de movilidad.

Rodrigo Abdala Dartigues
Es sobrino político del ex gobernador – entonces priista– Manuel Bartlett Díazy actualmente diputado federal, por la vía plurinominal, por Morena.
Esta es realmente su primera experiencia política directa, pues el abogado por la Udlap de 31 años de edad antes sólo fue burócrata del Instituto Estatal Electoral y, recientemente, secretario particular de su tío en el Senado.
Su vida partidista siempre la ha desarrollado en Morena y sus logros profesionales son tan escasos, que en su currículum oficial presume varios cursos, asistencia a congresos y seminarios e incluso su cargo como “secretario de la mesa directiva de la carrera de derecho”, cuando era estudiante. En su afán de convertirse en abanderado a la gubernatura o a la alcaldía capitalina, promete candidaturas por todo el estado a los morenistas fundadores.
Alejandro Armenta Mier
Uno de los más insignes marinistas renunció al PRI en mayo pasado, luego de varios amagos para finalmente sumarse al lopezobradorismo. Muy joven fue presidente municipal de Acatzingo y luego encontró cobijo a la sombra de su papá político, Mario Marín, quien lo hizo director del DIF, secretario de Desarrollo Social y presidente estatal del PRI.
Fue el último que, como dirigente, obtuvo una elección de carro completo en las federales de 2009, pero también el primero que cargó con la derrota en la gubernatura en 2010. Llegó como priista a la curul federal que hoy ocupa, pero por su carácter rijoso fue relegado de las posiciones de mando y presidencias de comisión, lo que puso como pretexto para su salida del PRI, partido en el que además se vio sin posibilidades reales de alcanzar la candidatura a Casa Puebla, a pesar de que pintaba tercero en las encuestas.
Por su marinismo, protagonismo y oportunismo, es visto con recelo entre los fundadores de Morena.
Fernando Manzanilla Prieto
Aunque el cuñado incómodo del ex gobernador Rafael Moreno Valle es mencionado por algunos como aspirante a Casa Pueblaen corto él mismo se descarta y dice a sus cercanos que su verdadera carrera es por la senaduría.
Siempre en apoyo y de la mano de su familiar político, el economista con estudios en Harvard se integró al gobierno estatal aún como priista y luego acompañó a Moreno Valle en su salida, llegada al PAN y primeros años de administración.
Fue coordinador de su campaña en 2010 y aún presume que lo hizo “ganar”, aunque ese es uno de los tantos mitos geniales que él ha construido a su alrededor. Actuó como un convencido y duro morenovallista, quien lo mismo aplastó a opositores que dio consejos al primer gobernador de transición, al grado que se le consideraba “el poder detrás de la gubernatura”. Con diferencias personales irreconciliables, acuñadas con el tiempo, hoy Manzanilla es un rabioso detractor del aspirante presidencial. Aún no es militante de Morena pero ha aparecido públicamente aplaudiendo entusiasmado los discursos de López Obrador.
Abandonó el barco morenovallista cuando enfureció porque le dieron a escoger entre ser cuñado o alcalde de Puebla y él quiso las dos: le dijeron que eso no se podía. Hasta que le convino fue un convencido miembro del régimen morenovallista; cuando no, se fue dando un portazo.
José Juan Espinosa Torres
Sin muchas posibilidades de alcanzar la candidatura tras la pérdida de impulso de su principal apoyo en Morena, Ricardo Monreal, el alcalde que llegó con Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de San Pedro Cholula es un verdadero camaleón que se viste de la piel y el color que más convenga: ha ido de la ultraderecha a la izquierda recalcitrante, con tal de aparecer en la foto de los que cobran en el erario. Su elasticidad de ideario queda reflejada en su apoyo a Mario Marín –quien es su padrino de boda– a la gubernatura en 2004, para luego respaldar al panista Rafael Moreno Valle en 2010.
Ha sido priista, coqueteado con el PAN y fue presidente estatal de Convergencia, hoy MC, donde se ganó el mote de Niño Naranja, por los colores de los logos. A pesar de haber llegado por este partido y el apoyo del morenovallismo a la alcaldía, en septiembre de 2016 renunció y se convirtió al lopezobradorismo.
Su estilo rijoso, que le ganó pleitos con el gobierno del estado y ex correligionarios, ya lo llevó al Consejo de Morena, en donde ahora es enemigo público del dirigente estatal Gabriel BiestroEspinosa es famoso porque no respeta acuerdos y apuñala por la espalda.
Martha Erika Alonso
Es secretaria General del PAN estatal y fue presidenta del SEDIF durante la mayor parte del sexenio de su esposo Rafael Moreno Valle, de quien fue un apoyo fundamental en la campaña por la gubernatura de 2010. Debido a su trabajo político y social es la mejor posicionada en las encuestas, tanto dentro como fuera del PAN.
Su candidatura depende del futuro de su marido: si es candidato a la Presidencia, ella definitivamente no aparecerá en la boleta en 2018. No ha sido postulada a un cargo de elección popular y los enemigos del morenovallismo verán su candidatura como una “imposición” e incluso hablarán de una “reelección” durante la campaña. Asumirá los negativos del ex mandatario pero al mismo tiempo sumará los positivos de su propio perfil y de quienes piensan que Moreno Vallehizo un buen gobierno y cambió Puebla.
Es la única capaz de unir al panismo –salvo a la facción más dura de El Yunque– en torno a su figura. Además, tiene contacto directo con líderes políticos y sociales por todo el estado, lo que resulta un plus adicional en la posibilidad de que sea postulada. Posee quizá una de las estructuras electorales más fuertes del estado, construida a golpe de trabajo diario al menos desde 2010. Inteligente, sensible y con mano izquierda, definitivamente sería la rival a vencer.
Luis Banck Serrato
El alcalde de Puebla capital fue visto desde su llegada a Palacio Municipal –en relevo de Tony Gali– como el Plan B del morenovallismo para las elecciones de 2018.
Por su perfil, su particular estilo de entender el poder, su obsesión con el trabajo y con los resultados –y su juventud–, es un “producto” muy vendible al electorado, aunque sus enemigos –internos y externos– argumentan que no es oriundo de Puebla (aunque ha hecho mucho más que varios poblanos de nacimiento) y que no se ha sometido a la prueba de las urnas.
La época que le ha tocado vivir como alcalde está marcada por el aumento en la inseguridad y la falta de presupuesto para frenarla. Ha sido boicoteado por integrantes del morenovallismo que aspiran a su actual cargo, pero sigue avanzando gracias a su habilidad para salir bien librado de las intrigas.
El pasado viernes logró, contra viento y marea, que el Cabildo le aprobara un crédito de 300 mdp para un proyecto de seguridad y pavimentación que, de dar resultado, lo pondrá en los cuernos de la luna.
Con gran trato humano, fue un eficiente colaborador del ex mandatario, desde la época en que Rafael Moreno Valle fue secretario de Finanzas y Desarrollo Social, en los primeros años del melquiadismo.
El novel funcionario, con más experiencia técnica que política a ras de suelo, es egresado de las universidades Iberoamericana y Georgetown y cuenta con posgrados en Administración PúblicaPolíticas Públicas y EconomíaInternacional.
La falta de conocimiento con la cual llegó al cargo en febrero del año pasado, entre los ciudadanos, la ha ido superado con trabajo intenso y contacto diario.

Eduardo Rivera Pérez
El ex alcalde de la capital, en su momento niño prodigio de la organización de ultraderecha El Yunque, enfrenta procesos por cuentas pendientes que dejó por el manejo de recursos en su mandato, entre 2011 y 2014.
Ha sido una vez diputado federal plurinominal y dirigente estatal del PAN. Laola de simpatía ciudadana a favor del morenovallismo en 2010 le permitió llegar al Ayuntamiento, donde transitó tres años sin mayores logros y siempre supeditado al trabajo del gobierno del estado. Fue el coordinador de campaña de la derrotada candidata al gobierno del Estado de México –de donde es oriundo–, Josefina Vázquez Mota, a quien tomó en segundo lugar de las preferencias y la sepultó hasta el cuarto. Actualmente es impulsor de la candidatura presidencial de Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, quien fue su jefe de bancada en la LVIII Legislatura de San Lázaro.
Por litigios particulares y procesos abiertos por el Congreso del estado en su contra, peligra su patrimonio personal. Se comenta que su verdadero objetivo es repetir como alcalde, por lo que busca una negociación con Moreno Valle.
Es Yunque de café (sólo hace política de mesa, no de tierra ni de estrategia) y pagaría lo que fuera porque hubiera gubernaturas plurinominales.

Javier Lozano Alarcón
El senador con licencia, jefe de la Oficina del Gobernador y vocero de la administración de Tony Gali, tuvo sus orígenes políticos en el PRI. Trabajó en la administración de Melquiades Morales, cuando también fue candidato a diputado federal pero perdió, y también en los últimos meses del gobierno de Mario Maríncomo Representante de Puebla en el entonces DF.
Antes de la campaña presidencial de 2006 se unió al PAN, particularmente al equipo de su ex compañero de la Escuela Libre de Derecho Felipe Calderón, quien al llegar a Los Pinos lo nombró secretario del Trabajo, donde operó la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza. Sin ser un morenovallista puro, con el ex gobernador tuvo muy buena relación y participó directamente en su proyecto, aunque a su salida de Casa Puebla prefirió trabajar con la actual administración.
Su estilo frontal y hasta rijoso de debate y trato político, muy distinto al que muestra en lo personal, le ha ganado muchas enemistades  dentro y fuera del PAN, además de los calificativos de “déspotaantipático y soberbio”, la peor carta de presentación para un político.
Actúa más con el hígado que con el cerebro, y eso empieza a alejarlonotablemente tanto de Moreno Valle como de Tony Gali. Desde hace varios meses ha manifestado abiertamente su intención de postularse por el PAN a la gubernatura en 2018, pero no es popular y difícilmente ganaría una elección como la que se avecina a nivel estatal.
En redes sociales se mueve como pez en el agua, pero a eso se limita su “trabajo político” en el estado. Medio gabinete opina que causa más problemas de los que supuestamente resuelve.
Enrique Doger Guerrero
El delegado del IMSS tiene los números más contundentes en conocimiento en el PRI pero también los negativos más altos, aunque estos los ha disminuido paulatinamente al alejarse de pleitos y reyertas públicas con sus compañeros de partido.
Desde 2010, se ha mantenido como aspirante a la gubernatura luego de una carrera en la academia que coronó con la Rectoría de la BUAP, donde –con la fuerza que le dio el conocimiento entre los ciudadanos– llegó a presidente de Puebla capital entre 2005 y 2008 rescatando esa posición para el priismo, pues estaba con el PAN. El médico cirujano de profesión fue alcalde en la primera mitad del sexenio de Mario Marín, con quien mantuvo desacuerdos.
Tras su intento fallido a la gubernatura en 2010 fue brevemente diputado local y luego saltó a una curul federal, donde acuñó una amistad con el coordinador del PRI en la LXII Legislatura, Manlio Fabio Beltrones. El PRI no ha querido hacerlo candidato a Casa Puebla; antes prefirió a Javier López Zavala (2010) y a Blanca Alcalá (2016), por lo que sus operadores afirman que “ya le toca”. Se ha comentado que podría ir a Morena pero desde allá lo descartan. No obstante, es muy probable que si el PRI se la volviera a hacer, aparezca como candidato a la alcaldía pero del lopezobradorismo, un escenario que se maneja con fuerza desde la Delegación del IMSS.
Su mayor defecto, consideran sus detractores, es que “traiciona” y su mayor riesgo, los cabos sueltos de su vida personal, muy suya pero la cual es fuente permanente de rumores entre la clase política.

Juan Carlos Lastiri Quirós
El zacatleco ha ocupado casi todos los cargos partidistas y de representación: desde delegado regional hasta presidente de su partido, desde alcalde de Zacatlán hasta diputado federal. Es un priista hecho al viejo cuño. Actualmente se desempeña como subsecretario de la Sedatu, luego de que, también al lado de la titular, Rosario Robles, lo fue en la Sedesol.
No tiene los mejores números en las encuestas pero es quien más empuja su postulación con actos proselitistas cada semana. Ninguna autoridad partidaria ha podido llamarlo al orden y ha generado división interna. Se ha rebelado con éxito y el aparente apoyo del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y la propia Robles.
Fue un beneficiario del marinismo pero aparentemente ha marcado  distancia. Impulsa la consulta a la base como método de selección del candidato priista para lo cual utiliza –acusan– los padrones de beneficiarios a los que tuvo acceso en su paso por la Sedesol. Aunque busca ser gobernador, nada raro sería que su verdadero interés sea llegar a la senaduría que se le negó en 2012.
Es el aspirante con las peores alianzas políticas, sociales y mediáticas, aunque lo que le sobra es dinero. Dinero no siempre bien habido, como dan cuenta los voluminosos expedientes que de él tiene el morenovallismo; tanto que sería el candidato ideal para este grupo pues sería el “rival más débil”, una especie de Enrique Agüera y Blanca Alcalá por la larga “cola” que le sigue.

Jorge Estefan Chidiac
En el pasado hijo político de Manuel Bartlett, el ahora presidente estatal delPRI y diputado federal ha surcado buena parte de su carrera en las áreas económico-técnicas y en círculos nacionales de partido y gobierno. Presume, muy a su estilo estridente, una fuerte amistad con los titulares de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y de Hacienda, José Antonio Meade.
Ha ocupado cargos a nivel federal y estatal, aunque sus mayores logros se encuentran en las bancadas del PRI de tres distintas legislaturas donde ha ocupado una curul en San Lázaro. Sin proponérselo y como aliado de la ex candidata perdedora Blanca Alcalá, llegó al Comité Directivo Estatal, donde ha impulsado sólo a su grupo enfrentándose principalmente al lastirismo.
Aunque niega que pueda ser “juez y parte” y aspirar a la gubernatura, sabe que su futuro en ese escalón dependerá de quién es el candidato presidencial. Si ese es Meade, entonces sus posibilidades crecerán como la espuma. Hace unos días abogó en las previas de la Asamblea del PRI por el retiro de los candados los cuales fueron eliminados y ahora cualquier simpatizante podrá ser candidato del PRI a Los Pinos. Desde ahí, la residencia de Peña Nieto, hubo toda una operación política para ello, evidentemente en beneficio de Meade pero también del titular de la SEP, Aurelio Nuño.
El porvenir del millonario Estefan depende del futuro de la dupla Videgaray-Meade. Y ahora más que nunca en su horizonte, como posibilidades, están Casa Puebla o la sede de la Cámara Alta. En el peor de los casos, la coordinación del PRI en el Congreso del estado. Pero de que estará en la boleta de 2018, estará. De eso no hay duda.
Víctor Giorgana Jiménez
El diputado federal, coordinador de los priistas poblanos y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, busca con recorridos por todo el estado la candidatura a la gubernatura, aunque reconoce públicamente también su interés en las postulaciones a la alcaldía de la capital y al Senado.
Es sobrino del ex gobernador Guillermo Jiménez Morales y políticamente nació de la mano del ex mandatario Melquiades Morales, de quien fue (un poderoso) secretario particular. Ha sido dos veces presidente del Congreso local y presume que es el único priista que “ganó ya en dos ocasiones” en las urnas al morenovallismo: la diputación local en 2013 y la federal en 2015.
Es cercano a la ex candidata Blanca Alcalá, de cuyo mandato en la Presidencia Municipal de Puebla fue titular de Desarrollo Social. Su sitio de privilegio en la actual Legislatura lo obtuvo por su amistad de años atrás con el coordinador del PRI y ex gobernador mexiquenseCésar Camacho, cuando fue delegado de la Reforma Agraria en el Estado de México. Aunque las encuestas no le dan el mejor lugar, es intensa su labor por toda la entidad.
Ana Teresa Aranda Orozco
La ex panista, quien fue candidata del PAN a la gubernatura en 1998 y abanderada “independiente” en 2016, ha encontrado en la política sin partido, apoyada en el género, una veta de lucimiento personal y beneficio económico. A pesar de que fue un ícono del panismo, la oriunda de Guanajuato y avecindada en Puebla renunció acusando exclusión y culpando de todos sus males al ex gobernador poblano Moreno Valle, con quien perdió en el proceso interno de 2010.
Con dificultad consiguió los requisitos que le permitieron contender en la boleta del año pasado, pero siempre dejó sospechas por su comportamiento que hacía comparsa a la candidata priista. Fue apoyada, subrepticiamente, por Eduardo Rivera y la facción más torpe de El Yunque, pero no le alcanzó. En sus mejores épocas fue directora del DIF nacional, en el sexenio de Vicente Fox, cuando también fue nombrada secretaria de Desarrollo Social, a pesar de su escasa preparación académica. Con Felipe Calderón fue subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.
Con la bandera feminista y democrática, critica; combate todo lo que huela a Moreno Valle: su odio, su ira, su obsesión, su única razón de ser y estar en la política; tanto, que ello le impide diseñar una verdadera estrategia de poder o un movimiento social porque todo lo construye a partir de las emociones y las sensaciones, no del raciocinio.
Mujer de ocurrencias, más que de ideas, sobre 2018 ha pedido que “ni me borren ni me apunten”, pero se dice, entre la broma y la seriedad, que ni sus nietos votarían por ella.

En la posibilidad de las candidaturas independientes podría aparecer cualquier otro personaje que logre reunir los complicados requisitos legales que, de entrada, exigen 3% de las firmas comprobables del electorado. Nunca falta un loco suelto ni un roto para un descosido, sobre todo si éste, el  loco, está dispuesto a servir como patiño  o esquirol  de alguno de los candidatos más fuertes.

Mención aparte debe dársele al PRD –o lo que queda de él–, partido que, por su división interna y falta de cuadros competitivos, no muestra a la fecha a ningún aspirante serio.
En la facción perredista afín al morenovallismo nadie ha levantado la mano, pues todos están a favor de la alianza con el PAN, a lo que supeditan sus decisiones para repetir los exitosos modelos de 2010, 2013 y 2016.
En un desplante infructuoso, la ex diputada federal Roxana Luna podría volver a intentarlo, pero es previsible que reedite el ridículo de 2016, cuando apenas consiguió 3.8% de la votación.






El secuestro de Morena

Por Valentín Varillas


Dos personajes trabajan incansablemente, sin prisas pero sin pausas, con el objetivo único de hacerse con el control absoluto de todo, absolutamente todo lo que tenga que ver con las decisiones que tome el Movimiento de Regeneración Nacional en Puebla, de cara a la coyuntura electoral del 2018.
Gabriel Biestro Medinilla, líder estatal y Rodrigo Abdala Dartigues, diputado federal, se han erigido como dos auténticos caudillos en la vida interna del partido de Andrés Manuel López Obrador y buscan obsesivamente llevar mano en el proceso de selección de candidatos para la elección del próximo año.
Para conseguirlo, han logrado cooptar a buen parte de los consejeros distritales que participarán en la asamblea estatal que se llevará a cabo dentro de unos días.
Según el CEN de Morena, el proceso de selección de candidatos para los estados del país se llevará a cabo a través del “consenso” al que lleguen quienes fungen como consejeros (10 por distrito) en cada una de las entidades federativas.
En el caso de Puebla serán 160.
Si el tan anhelado consenso no se da, los comités estatales presentarán al nacional una terna con tres probables candidatos, a los que el CEN añadirá dos más.
Los integrantes de esta lista final de 5 serán medidos s través de encuestas, cuyo fallo será inapelable.
Quien gane la encuesta gana la candidatura.
Nadie sabe quién se encargará de llevar a cabo los distintos ejercicios estadísticos ni si el método que utilicen sea de probada eficacia.
Pareciera, a simple vista, que se trata de un estrategia encaminada a disfrazar un inminente dedazo de López Obrador.
Para Biestro y Abdala, este sería el peor escenario, el de la imposición centralista.
Por eso presentaron ya una moción ante el CEN para que, en el caso de Puebla, se considere como consenso el llegar al 80% de los acuerdos y no a la unanimidad que supone la misma definición del término.
La realidad es que, los delegados en Puebla responden únicamente a los intereses de la dirigencia partidista, ya que fueron nombrados en tiempos en donde la estructura de Morena en Puebla apenas empezaba.
La mayoría, fueron electos con poquísimos votos a su favor –en algunos caso menos de 20- y sus decisiones tendrán hoy un peso específico enorme en la vida interna del partido.
El problema principal, en términos del desempeño electoral del partido, es que los nombres de los perfiles que serán propuestos no son los que más votos garantizan.
Al contrario.
Se trata de personajes sin estructura propia, sin liderazgo real en sus respectivas comunidades y sin la capacidad de movilización necesaria para obtener votos e intentar plantarle cara al morenovlallismo, experto en el manejo de estructuras para ganar elecciones.
No cumplen con los criterios de rentabilidad electoral, pero sí con la meritocracia interna para ser considerados como potenciales abanderados
Biestro y Abdala le han cerrado la puerta a posibles candidatos externos que pudieran compensar esta realidad y que en los hechos podrían maximizar el desempeño político de Morena en Puebla.
Quieren, a toda costa y a como dé lugar, mantener sus cotos internos de poder aunque esto suponga una derrota de Morena en Puebla.
“Perder el poder ganando el partido”- parece ser la máxima.
La misma que por décadas ensayo en Puebla el panismo tradicional.
Lo cierto es que, a punto de entrar a la hora de la verdad para Morena, en el Comité Ejecutivo Nacional del partido consideran a nuestro estado como un genuino foco rojo por omisiones y deficiencias de la dirigencia poblana.
Lo anterior es una auténtica tragedia para López Obrador y su proyecto presidencial, por el importante número de votos que aporta Puebla al padrón nacional.
Por extraño que parezca en el papel, un manotazo centralista de la dirigencia nacional podría ser la única vía de salvación para Morena en el estado.





DECANO DE LA ROTA ROMANA

Mons. Vito Pinto ofrece a los obispos de Centroamérica una interpretación heterodoxa de Amoris Laetitia



Mons. Vito Pinto, decano de la Rota Romana, mantuvo la semana pasada en Costa Rica un encuentro con obispos de Centroamérica en la que les dio una interpretación de Amoris Laetitia contraria al magisterio de San Juan Pablo II



(InfoCatólica) En plena polémica sobre cuestiones como la comunión de los divorciados vueltos a casar, con cardenales y obispos sosteniendo posturas antagónicas e irreconciliables, representantes de la Santa Sede estuvieron la semana pasada en Costa Rica para dar a conocer su interpretación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia a los obispos y sacerdotes encargados de guiar las diócesis y parroquias.
Mons. Vito Pinto, decano de la Rota Romana, se encargó de exponer y aclarar a los presentes cómo cree él que pueden cumplir con lo expuesto por el Santo Padre.
En este encuentro, realizado el 7 y 8 de agosto en el Centro Diocesano de Pastoral en La Garita de Alajuela participaron cardenales, obispos, vicarios judiciales y párrocos, provenientes de Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Aparte de las cuestiones sobre los procesos de nulidad, en las que pidió a los obispos que se involucren en los casos y no lo dejen todo en manos de los vicarios judiciales, Mons. Pinto habló también de los sacerdotes como guías en el proceso de discernimiento de los implicados en situaciones especiales (divorciados vueltos a casar). Afirmó que los pastores no pueden conocer la conciencia de cada quien y por lo tanto, según él, corresponde a la propia persona discernir qué camino debe seguir dentro de la Iglesia.
Las reacciones de los obispos a las palabras del decano de la Rota no se hicieron esperar.
«Este encuentro, sin duda, vendrá a fortalecer nuestra acción pastoral a favor del matrimonio y la familia, desde la perspectiva que nos plantea la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia. Respondemos así al deseo presente en ese documento, como es exhortar a los obispos, sacerdotes y vicarios judiciales, responsables de la acción pastoral, una nueva e inmensa cruzada que sostenga, ayuda y reactive la familia en la fuerza vital que procede de su origen sacramental, es decir, el matrimonio»
Mons. José Rafael Quiroz
Arzobispo de San José, Costa Rica
«Me parece interesante cómo debe ser el discernimiento del obispo y cómo hacerlo desde un conocimiento del Derecho Canónico y la Eclesiología del Papa. Cuando Mons. Vito Pinto nos hablaba de que el obispo no debe confiar todo a su vicario judicial, yo pensaba que no solamente eso, sino que debe haber una comunión estrecha entre ellos. Lo siento como una novedad, porque a pesar de que ya el Papa Juan Pablo II había hablado de eso, creo que los obispos nos limitábamos a firmar»
Cardenal Leopoldo Brenes
Arzobispo de Managuam Nicaragua
“Es importantísimo, mi impresión es que escuchar al decano es escuchar las ideas del Papa en persona, la pasión con que habló es la misma que le pone el Papa. Nos dice que ejerzamos justicia pero con caridad y misericordia, con equidad y progresividad.El presbítero acompaña a las personas para que estas, a conciencia, si ven que califican después de un serio discernimiento, puedan acudir a la Confesión y a la Comunión
Mons. Manuel Eugenio Salazar
Obispo de Tilaràn-Liberia, Costa Rica

En contra del Magisterio de la Iglesia

La postura de Mons. Vito Pinto, choca abiertamente con el Magisterio de la Iglesia, tal y como lo enseñó San Juan Pablo II en la exhortación post sinodal Familiaris Consortio:
84. La Iglesia, no obstante, fundándose en la Sagrada Escritura reafirma su práxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez. Son ellos los que no pueden ser admitidos, dado que su estado y situación de vida contradicen objetivamente la unión de amor entre Cristo y la Iglesia, significada y actualizada en la Eucaristía. Hay además otro motivo pastoral: si se admitieran estas personas a la Eucaristía, los fieles serían inducidos a error y confusión acerca de la doctrina de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio.
La reconciliación en el sacramento de la penitencia —que les abriría el camino al sacramento eucarístico— puede darse únicamente a los que, arrepentidos de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a una forma de vida que no contradiga la indisolubilidad del matrimonio. Esto lleva consigo concretamente que cuando el hombre y la mujer, por motivos serios, —como, por ejemplo, la educación de los hijos— no pueden cumplir la obligación de la separación, «asumen el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos»
Y en cuanto al papel de la conciencia, el decano de la Rota Romana y Mons. Manuel Eugenio Salazar, contradicen igualmente lo indicado  en la «Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la recepción de la comunión eucarística por parte de los fieles divorciados que se han vuelto a casar», aprobada por el papa San Juan Pablo II y enviada a los obispos por el entonces Cardenal Joseph Ratinzger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (luego papa Benedicto XVI), el 14 de septiembre de 1994:
6. El fiel que está conviviendo habitualmente «more uxorio» con una persona que no es la legítima esposa o el legítimo marido, no puede acceder a la Comunión eucarística. En el caso de que él lo juzgara posible, los pastores y los confesores, dada la gravedad de la materia y las exigencias del bien espiritual de la persona y del bien común de la Iglesia, tienen el grave deber de advertirle que dicho juicio de conciencia riñe abiertamente con la doctrina de la Iglesia. También tienen que recordar esta doctrina cuando enseñan a todos los fieles que les han sido encomendados.
7. La errada convicción de poder acceder a la Comunión eucarística por parte de un divorciado vuelto a casar, presupone normalmente que se atribuya a la conciencia personal el poder de decidir en último término, basándose en la propia convicción,sobre la existencia o no del anterior matrimonio y sobre el valor de la nueva unión. Sin embargo, dicha atribución es inadmisible. El matrimonio, en efecto, en cuanto imagen de la unión esponsal entre Cristo y su Iglesia así como núcleo basilar y factor importante en la vida de la sociedad civil, es esencialmente una realidad pública.
Igualmente, San Juan Pablo II, Papa, explica en la encíclica Ecclesia de Eucharistía, la enseñanza de la Iglesia en relación a quienes comulgan en pecado mortal y la de quienes, aun no creyendo estar en pecado mortal, viven públicamente de forma contraria a la moral católica:
36. La integridad de los vínculos invisibles es un deber moral bien preciso del cristiano que quiera participar plenamente en la Eucaristía comulgando el cuerpo y la sangre de Cristo. El mismo Apóstol llama la atención sobre este deber con la advertencia: « Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa » (1 Co 11, 28). San Juan Crisóstomo, con la fuerza de su elocuencia, exhortaba a los fieles: «También yo alzo la voz, suplico, ruego y exhorto encarecidamente a no sentarse a esta sagrada Mesa con una conciencia manchada y corrompida. Hacer esto, en efecto, nunca jamás podrá llamarse comunión, por más que toquemos mil veces el cuerpo del Señor, sino condena, tormento y mayor castigo»
Precisamente en este sentido, el Catecismo de la Iglesia Católicestablece: « Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar» Deseo, por tanto, reiterar que está vigente, y lo estará siempre en la Iglesia, la norma con la cual el Concilio de Trento ha concretado la severa exhortación del apóstol Pablo, al afirmar que, para recibir dignamente la Eucaristía, « debe preceder la confesión de los pecados, cuando uno es consciente de pecado mortal »
37. La Eucaristía y la Penitencia son dos sacramentos estrechamente vinculados entre sí. La Eucaristía, al hacer presente el Sacrificio redentor de la Cruz, perpetuándolo sacramentalmente, significa que de ella se deriva una exigencia continua de conversión, de respuesta personal a la exhortación que san Pablo dirigía a los cristianos de Corinto: « En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios! » (2 Co 5, 20). Así pues, si el cristiano tiene conciencia de un pecado grave está obligado a seguir el itinerario penitencial, mediante el sacramento de la Reconciliación para acercarse a la plena participación en el Sacrificio eucarístico.
El juicio sobre el estado de gracia, obviamente, corresponde solamente al interesado, tratándose de una valoración de conciencia. No obstante, en los casos de un comportamiento externo grave, abierta y establemente contrario a la norma moral, la Iglesia, en su cuidado pastoral por el buen orden comunitario y por respeto al Sacramento, no puede mostrarse indiferente. A esta situación de manifiesta indisposición moral se refiere la norma del Código de Derecho Canónico que no permite la admisión a la comunión eucarística a los que « obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave».
En el mismo sentido se pronunció el papa Benedicto XVI en la exhortación apostólica postsinodal Sacramentum Caritatis:
El Sínodo de los Obispos ha confirmado la praxis de la Iglesia, fundada en la Sagrada Escritura (cf. Mc 10,2-12), de no admitir a los sacramentos a los divorciados casados de nuevo, porque su estado y su condición de vida contradicen objetivamente esa unión de amor entre Cristo y la Iglesia que se significa y se actualiza en la Eucaristía.


Cuando el sacerdote Joseph 

Ratzinger predijo el futuro de la 

Iglesia


Tod Worner |
 Nov 28, 2016

Grzegorz Jakubowski/GettyImages



Lo emite un programa de radio alemana en 1969...

No fingió ser capaz de predecir el futuro. No. Era demasiado sabio para eso. De hecho, moderó sus comentarios iniciales con la advertencia siguiente:
“Seamos, por consiguiente, prudentes con los pronósticos. Aún es válida la palabra de Agustín según la cual el ser humano es un abismo; nadie puede observar de antemano lo que se alza de ese abismo. Y quien cree que la Iglesia no está determinada sólo por ese abismo que es el ser humano, sino que se fundamenta en el abismo mayor e infinito de Dios, tiene motivos más que suficientes para abstenerse de unas predicciones cuya ingenuidad en el querer-tener-respuestas podría revelar sólo ignorancia histórica”.
Pero su época, inundada de peligros existenciales, cinismo político y desconcierto moral, estaba hambrienta de respuestas. La Iglesia católica, un faro moral en las turbulentas aguas de su tiempo, había pasado recientemente por ciertos cambios propios que tuvieron preguntándose, tanto a adeptos como a inconformistas: “¿Qué será de la Iglesia del futuro?”.
Y de esta forma, en 1969, se encontraba el sacerdote Joseph Ratzinger en una radio alemana respondiendo con sus reflexiones. Aquí están sus comentarios finales: 
Con esto hemos llegado a nuestro hoy y a la reflexión sobre el mañana. El futuro de la Iglesia puede venir y vendrá también hoy sólo de la fuerza de quienes tienen raíces profundas y viven de la plenitud pura de su fe. El futuro no vendrá de quienes sólo dan recetas. No vendrá de quienes sólo se adaptan al instante actual. No vendrá de quienes sólo critican a los demás y se toman a sí mismos como medida infalible.
Tampoco vendrá de quienes eligen sólo el camino más cómodo, de quienes evitan la pasión de la fe y declaran falso y superado, tiranía y legalismo, todo lo que es exigente para el ser humano, lo que le causa dolor y le obliga a renunciar a sí mismo. Digámoslo de forma positiva: el futuro de la Iglesia, también en esta ocasión, como siempre, quedará marcado de nuevo con el sello de los santos. Y, por tanto, por seres humanos que perciben más que las frases que son precisamente modernas. Por quienes pueden ver más que los otros, porque su vida abarca espacios más amplios.
La generosidad que libera a las personas se alcanza sólo en la paciencia de las pequeñas renuncias cotidianas a uno mismo. En esta pasión cotidiana, la única que permite al ser humano experimentar de cuántas formas diferentes, lo ata su propio yo, en esta pasión cotidiana y sólo en ella, se abre el ser humano poco a poco. Él solamente ve en la medida en que ha vivido y sufrido. Si hoy apenas podemos percibir aún a Dios, se debe a que nos resulta muy fácil evitarnos a nosotros mismos y huir de la profundidad de nuestra existencia, anestesiados por cualquier comodidad. Así, lo más profundo en nosotros sigue sin ser explorado. Si es verdad que sólo se ve bien con el corazón, ¡qué ciegos estamos todos!
¿Qué significa esto para nuestra pregunta? Significa que las grandes palabras de quienes nos profetizan una Iglesia sin Dios y sin fe son palabras vanas. No necesitamos una Iglesia que celebre el culto de la acción en oraciones políticas. Es completamente superflua y por eso desaparecerá por sí misma. Permanecerá la Iglesia de Jesucristo, la Iglesia que cree en el Dios que se ha hecho ser humano y que nos promete la vida más allá de la muerte.
De la misma manera, el sacerdote que sólo sea un funcionario social puede ser reemplazado por psicoterapeutas y otros especialistas. Pero seguirá siendo aún necesario el sacerdote que no es especialista, que no se queda al margen cuando aconseja en el ejercicio de su ministerio, sino que en nombre de Dios se pone a disposición de los demás y se entrega a ellos en sus tristezas, sus alegrías, su esperanza y su angustia.
Demos un paso más. También en esta ocasión, de la crisis de hoy surgirá mañana una Iglesia que habrá perdido mucho. Se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable. Perderá adeptos, y con ellos muchos de sus privilegios en la sociedad. Se presentará, de un modo mucho más intenso que hasta ahora, como la comunidad de la libre voluntad, a la que sólo se puede acceder a través de una decisión. Como pequeña comunidad, reclamará con mucha más fuerza la iniciativa de cada uno de sus miembros.
Ciertamente conocerá también nuevas formas ministeriales y ordenará sacerdotes a cristianos probados que sigan ejerciendo su profesión: en muchas comunidades más pequeñas y en grupos sociales homogéneos la pastoral se ejercerá normalmente de este modo. Junto a estas formas seguirá siendo indispensable el sacerdote dedicado por entero al ejercicio del ministerio como hasta ahora. Pero en estos cambios que se pueden suponer, la Iglesia encontrará de nuevo y con toda la determinación lo que es esencial para ella, lo que siempre ha sido su centro: la fe en el Dios trinitario, en Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, la ayuda del Espíritu que durará hasta el fin. La Iglesia reconocerá de nuevo en la fe y en la oración su verdadero centro y experimentará nuevamente los sacramentos como celebración y no como un problema de estructura litúrgica.
Será una Iglesia interiorizada, que no suspira por su mandato político y no flirtea con la izquierda ni con la derecha. Le resultará muy difícil. En efecto, el proceso de la cristalización y la clarificación le costará también muchas fuerzas preciosas. La hará pobre, la convertirá en una Iglesia de los pequeños. El proceso resultará aún más difícil porque habrá que eliminar tanto la estrechez de miras sectaria como la voluntariedad envalentonada. Se puede prever que todo esto requerirá tiempo.
El proceso será largo y laborioso, al igual que también fue muy largo el camino que llevó de los falsos progresismos, en vísperas de la revolución francesa –cuando también entre los obispos estaba de moda ridiculizar los dogmas y tal vez incluso dar a entender que ni siquiera la existencia de Dios era en modo alguno segura– hasta la renovación del siglo xix.
Pero tras la prueba de estas divisiones surgirá, de una Iglesia interiorizada y simplificada, una gran fuerza, porque los seres humanos serán indeciblemente solitarios en un mundo plenamente planificado. Experimentarán, cuando Dios haya desaparecido totalmente para ellos, su absoluta y horrible pobreza. Y entonces descubrirán la pequeña comunidad de los creyentes como algo totalmente nuevo. Como una esperanza importante para ellos, como una respuesta que siempre han buscado a tientas.
A mí me parece seguro que a la Iglesia le aguardan tiempos muy difíciles. Su verdadera crisis apenas ha comenzado todavía. Hay que contar con fuertes sacudidas. Pero yo estoy también totalmente seguro de lo que permanecerá al final: no la Iglesia del culto político, ya exánime, sino la Iglesia de la fe. Ciertamente ya no será nunca más la fuerza dominante en la sociedad en la medida en que lo era hasta hace poco tiempo. Pero florecerá de nuevo y se hará visible a los seres humanos como la patria que les da vida y esperanza más allá de la muerte.
La Iglesia católica sobrevivirá a pesar de los hombres y las mujeres, no necesariamente gracias a ellos. Y aun así, todavía nos queda trabajo por hacer. Debemos rezar y cultivar el autosacrificio, la generosidad, la lealtad, la devoción sacramental y una vida centrada en Cristo.
En 2007, se publicó Fe y futuro, un libro donde queda recogido al completo este discurso del padre Joseph Ratzinger.